Una nueva encuesta de KPMG realizada en 11 países a 30.000 personas, demostró que el comportamiento de los consumidores está cambiando rápidamente, en especial desde la pandemia del Covid-19, por lo que ahora la sostenibilidad es más importante que hace 12 meses a la hora de comprar.
Estos factores están relacionados con la adopción de prácticas ESG (Environmental, Social and Governance) por parte de las compañías y las tendencias de crecimiento sostenible en los diferentes sectores económicos.
Una de las tendencias más particulares es que un 69% de los encuestados estaría dispuesto a pagar más, en ocasiones, por los productos cuando estén de acuerdo con los principios de la empresa de la cual son clientes. También, un 87% cree que las empresas tienen la responsabilidad de hacer productos que duren, sean fáciles de arreglar y de reutilizar.
“Lo que estamos viendo ahora, es que la preocupación por el cambio climático está cada vez más presente y es consistente en las actitudes de los consumidores. Buscan los mismos valores y prácticas en las empresas. Es fundamental entonces comprender cómo piensan realmente las personas acerca de la sostenibilidad”, explicó Fernando Gamboa, socio líder de la industria de Consumo y Retail de KPMG en América del Sur.
En América Latina, el 56% de los consumidores cree que la contaminación de plásticos y químicos derivada del rápido desarrollo “no se justifica”, lo que va en línea con el resultado global, pues para el 76% de los encuestados, la protección del medio ambiente es más importante que una economía en crecimiento.
Junto a esto, un 86% de los encuestados, al momento de responder sobre sus comportamientos sostenibles, señaló que “gasta más para comprar productos más duraderos”.
Sin embargo, el estudio refleja que el comportamiento aún no se ajusta a las actitudes de los consumidores.
En cuanto al impacto de la empresa en el medio ambiente, el 64% de los consumidores dijo que quieren conocer el impacto medioambiental antes de comprar algo, pero, solo el 38% de ellos compra productos de empresas que buscan proactivamente reducir el impacto medioambiental a menudo.
Además, el 86% de los consumidores percibe que es importante reducir el consumo, reutilizar y reciclar en la medida de lo posible, aunque solo el 29% compran productos de segunda mano a menudo.
La encuesta preguntó por la relevancia de la sostenibilidad (mucho más/un poco más que 12 meses atrás) en diferentes categorías de productos para los consumidores como un factor de decisión de compra.
Las empresas de viajes y turismo, son las que tienen un mayor porcentaje de vinculación de sus clientes con la sostenibilidad, llegando al 56%; seguido de las compañías de gas, electricidad y agua, con 54%; y los supermercados y tiendas de alimentos, con 53%.
Este tipo de decisiones van acompañadas de comportamientos personales, según KPMG, pues las personas están actuando de una manera más sostenible. Por ejemplo, un 96% de los encuestados trata de comer sano, el 94% de ellos recicla y el 89% opta por facturas o recibos digitales.
Sin embargo, América Latina tiene el peor índice de adhesión (47%) a medios de transporte de menor impacto ambiental, como la bicicleta, caminar o utilizar transporte público.
Para estos fines, el 69% de los consumidores creen que la innovación tecnológica es clave para desarrollar soluciones para la sostenibilidad; esto se observa de forma similar en todas las regiones encuestadas.
RealRisk / Fuente: KPMG