Carrefour va a dejar de vender en cuatro países en los que opera productos de la marca estadounidense PepsiCo, incluidos los refrescos Pepsi y 7Up y las patatas Lay’s, Doritos y Cheetos, debido al “inaceptable incremento de precios”. La cadena de supermercados anunció la medida a sus clientes a través de carteles en los lineales en Francia y, según un portavoz en Francia aseguró a Reuters y a The Wall Street Journal, tiene previsto hacerlo también en España, Italia y Bélgica.

El precio de los alimentos se ha disparado en los últimos dos años y las negociaciones entre los grandes fabricantes y los distribuidores sobre el precio son cada vez más tensas. Varios supermercados han dejado de pedir algunos productos a las marcas por ser muy caros. En el último tira y afloja entre unos y otros, Carrefour ha decidido que el grupo Pepsico está llevando las subidas más allá de lo justificable y se ha plantado.

La medida ha sido recogida por los medios franceses, mientras un portavoz de Carrefour en Francia ha explicado a la agencia Reuters que la retirada de estos productos afectará también a España, Italia y Bélgica en los próximos días. En España, la empresa no ha hecho más comentarios sobre el impacto en España, donde la web no se encontraban este jueves apenas referencias de estas marcas. Además de las marcas mencionadas, el fabricante también tiene su cartera los gazpachos Alvalle, Gatorade y Lipton.

“Hemos estado negociando con Carrefour durante algunos meses y vamos a intentar continuar dialogando de buena fe para intentar asegurar la disponibilidad de nuestros productos”, ha dicho PepsiCo en un comunicado. La multinacional estadounidense anunció en octubre que preparaba una “subida modesta” de los precios en 2023, tras el incremento de 2022, y elevó sus previsiones de beneficios por tercera vez en el ejercicio. Mientras, los distribuidores insisten en que sus márgenes se han visto notablemente mermados al no trasladar todas las subidas de precios de sus proveedores a los lineales.

Carrefour ha sido uno de los distribuidores más activos a la hora de desafiar a las grandes marcas en materia de precios. El año pasado lanzó una campaña contra la llamada reduflación basada en colocar advertencias en productos que se han reducido de tamaño pero cuestan más.

Nestlé, Unilever, Coca-Cola y Procter & Gamble han subido los precios de sus productos en los dos últimos años, trasladando a los consumidores el aumento de sus propios costos.

Esto ha dado lugar a tensas negociaciones entre los minoristas y los gigantes de los bienes de consumo, y en algunos casos a disputas en las que se han retirado productos de marca de las estanterías durante breves periodos.

Durante las negociaciones de 2022, Kraft Heinz dejó de suministrar algunos productos, como ketchup y alubias cocidas, al mayor minorista de alimentación del Reino Unido, Tesco. En aquel momento, Tesco calificó de “injustificables” las subidas de precios de la empresa. Una vez restablecidos los productos, se retiraron las subidas de precios en las líneas más populares de Heinz.

Las fuertes subidas de precios también han empujado a los compradores a comprar las marcas propias de los minoristas, conocidas como productos de marca blanca. Bompard, de Carrefour, declaró el pasado febrero que la empresa “aumentaría significativamente” la cuota de sus marcas blancas hasta alcanzar el 40% de las ventas en los próximos tres años.

RealRisk Fuente: Carrefour

Por realrisk

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